Ramón Blanco: el esposo que le tocó a Cotita Cambaceres

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Nació en Alicante, España, en 1859. Eso cuenta su biografía de El Mosquito, más sus descendientes en Argentina aseguran que era compostelano. Fueron sus padres Ramón Blanco Castro y Josefa Rivero. Poco se sabe de ellos: que eran de buena familia y que don Ramón era un eminente médico que sufrió la pérdida de la visión. Tuvieron dos hijos más: Luis Ernesto y Purificación.

Siendo muy joven, en 1884, Ramón Mario (o María) emigra hasta tierras americanas y se establece en Buenos Aires. Fue empezar de cero, pues a nadie conocía. Se inicia en el ámbito del comercio, como buen español. No demora en destacarse; se gana la confianza de cuanta persona tiene trato con él. Su entusiasmo, laboriosidad, compromiso y bondad le sirven para forjarse una excelente reputación y numerosas relaciones. Funda el Banco Español y colabora con sus connacionales para brindarles acceso al crédito. En la prensa local lo llenan de elogios: caballero, culto, afectuoso, desinteresado, discreto, leal, honorable, sincero. En poco tiempo deja de ser un desconocido y se suma al Partido Nacional.

Su destacada participación en los negocios públicos llama la atención de los principales hombres que conducen la realidad nacional. A principios de 1888, antes de cumplir los treinta, cuando la economía local estaba en llamas, el presidente Juárez Celman lo convoca para dirigir el directorio del Banco Nacional. Lo apoya el establishment: los capitalistas, la bolsa, los bancos, las firmas crediticias, las casas comerciales y el gremio de la industria. Ya sabemos cómo terminó esa aventura en 1890. No cuesta imaginar al principal mandatario confiando los destinos del país en un ignoto españolito ante la negativa de cuanto ministro recibiera la cartera de hacienda. El buenazo de Ramón aceptó el fierro caliente, con valentía, tal vez a sabiendas del descalabro y el final oscuro que le aguardaba.

El Mosquito 8-5-887, casamiento de CotitaEn 1887 Ramón formaba parte del ámbito de las familias porteñas más importantes. Las damas de sociedad lo miran como un excelente partido para sus hijas casaderas, y es doña Mariana Thwaites la que lo selecciona para contraer matrimonio con su niña más grande: Mariana, o Cotita, como la llama todo el mundo, ocho años menor que el español. Ella no quiere casarse con él, pues está enamorada de otro hombre. Sin embargo, se impone la orden de la matrona. Ramón Blanco y Mariana Cambaceres se casan en los primeros días de mayo de ese año. En 1888 nace la primogénita: Mariana, quien será conocida el resto de su vida como Elisa o María Elisa. Fueron sus padrinos el presidente de la Nación, Miguel Ángel Juárez Celman, y la primera dama, Elisa Fúnes. Luego llega el primer varón en 1889, lo llaman Antonio Miguel. En 1892 tienen otra niña: María Susana. La familia Blanco vivía en la residencia de General Belgrano 536.

Cotita Cambaceres (AGN)

Luego de la debacle de 1890 y la renuncia del presidente, Ramón se dedica a los negocios agropecuarios, donde por supuesto, tiene éxito. Cuando en noviembre de 1888 muere su suegro Antonino Cambaceres, su esposa Mariana hereda 80.000 hectáreas en La Pampa. En esos terrenos edifica su fortuna, una de las más cuantiosas de la época. En Hucal, tal el nombre de la localidad, funda tres pueblos: La Josefa (para honrar a su madre), San Antonio (por Antonio Cambacérès, abuelo de su mujer) y Cotita (en obvia referencia a Mariana).

Ramón era uno de los integrantes de la familia Cambaceres más querido. Era una voz de consulta permanente y a quien recurrían en momentos de zozobra. En la mayoría de los trámites familiares más dolorosos, como lo fueron el fallecimiento de Antonino o Eugenio, él firmó como testigo. Fue testigo incrédulo de la muerte de su prima política, Rufina Eugenia Cambaceres, fallecida el día que cumplía diecinueve años.

Durante los primeros años del siglo veinte su relación con Mariana se vio deteriorada. Tal vez pasó demasiado tiempo en el campo, solidificando su fortuna, o quizá simplemente se dejó de querer con su esposa. Aunque el matrimonio no se interrumpió, ellos dejaron de vivir juntos y cada cual hizo su vida sin incluir al otro. Así pues, Cotita se consoló en los brazos de su eterno amor de la adolescencia. En 1902 nació Dora, y en 1907 Elvira. Ramón murió el 25 de junio de 1909. Apresurada por el advenimiento del cometa Haley y su inevitable cataclismo mundial, Cotita decidió que era mejor morir casada que caer en desgracia sin haber podido cumplir su sueño de unirse ante Dios y la patria. El 18 de mayo de 1910 contrae matrimonio con Diego de Alvear; el hombre de su vida.

Afortunadamente para todos, el cometa no se estrelló contra el planeta Tierra y pudo dar a luz a Teodelina de Alvear Cambaceres. Los infortunios de la vida quisieron que la pequeña criatura no llegara a cumplir el año de edad. A posteriori, Diego decidió, extrañamente, ceder su apellido a las dos últimas hijas de Cotita. Así pues, Dora Blanco y Elvira Blanco pasaron a ser Dora de Alvear y Elvira de Alvear.

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2 comentarios sobre “Ramón Blanco: el esposo que le tocó a Cotita Cambaceres

  1. El hermano de mi bisabuelo llamado Ramón Blanco Rivero (de Aguilar) Nació a las 4 de la mañana del del 10 de febrero de 1856 en Santiago de Compostela; en la casa del Picho de la Cerca nº 20. Fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol, auxiliar de la parroquial de Santa María la Real de Sar ese mismo día, siendo sus padrinos D. Luis Rivero y Dª Adelaida Rivero. El 21 de octubre su padre solicitaría permiso para que su hijo marchase a Buenos Aires, Argentina, a seguir la carrera mercantil. Era Hijo de Ramón Blanco de Castro, bautizado en Santa María de Iria Flavia el 19 de julio de 1820, habiendo nacido ese mismo día. Licenciado en Medicina, Jefe de Negociado de 1ª clase, Caballero de la Orden de Isabel la Católica, Comendador de la de Carlos III. Falleció en Santiago el 10 de abril de 1887, a los 66 años de edad, habiendo testado, con su mujer, ante Ildefonso Fernández Ulloa el 6 de abril de 1887. Casó con Josefa Rivero de Aguilar y Rodríguez, bautizada en Santa Marina de Ribasar el 12 de febrero de 1831, habiendo nacido el día antes. Falleció doña Josefa el 8 de febrero de 1908, otorgando testamento el 30 de septiembre de 1896 ante Jesús Fernández Suárez. Espero que estos datos le sean de utilidad.

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